¿Qué es la Fibrosis Quística?

La Fibrosis Quística (FQ) es una enfermedad hereditaria que afecta el sistema respiratorio y el sistema digestivo. Todavía no existe una cura, pero se puede controlar mejor con un tratamiento adecuado.
La Fibrosis Quística afecta las glándulas que secretan mucosa, interfiriendo con la función de los pulmones y la digestión.
El moco normal ayuda a mantener los pulmones y pasajes de aire limpios al sacar las bacterias y el polvo del cuerpo. Tiene la característica de ser acuoso y resbaloso. En las personas que tienen Fibrosis Quística, el moco es pegajoso, por lo que tapa los pequeños ductos bronquiales en los pulmones, dificultando la respiración. El aire se queda atrapado en estos pequeños tubos y es posible que partes de los pulmones queden bloqueados por el moco. Las bacterias se multiplican y se quedan en los tubos bronquiales que están tapados, causando una infección. Similarmente el moco bloquea los pequeños ductos del páncreas, un órgano situado cerca del intestino, justo abajo del estómago. El páncreas suple al estómago de encimas para ayudar la digestión. Cuando las aperturas del páncreas se encuentran bloqueados por mucosidad, las encimas no pueden llegar al intestino. Como resultado,  la comida que pasa por el intestino no es digerida completamente y pierde su valor nutricional.
Las glándulas sudoríparas (las que secretan el sudor) también se ven afectadas, aunque estas normalmente no causan mayor problema en individuos con FQ.  Sin embargo, en climas muy calientes,  durante una fiebre muy alta o durante una actividad física intensa, el cuerpo puede perder una cantidad excesiva de electrolitos.
Las personas con Fibrosis Quística pueden necesitar frecuentemente un tratamiento con antibióticos para controlar la infección pulmonar. La mayoría de personas con FQ necesitan tomar encimas diariamente para mejorar la absorción  de nutrientes en su cuerpo, para que se beneficien de las calorías que consumen.
Los síntomas de la Fibrosis Quística generalmente aparecen a una temprana edad. En algunos niños, la enfermedad afecta principalmente los pulmones o también puede afectar el sistema digestivo. Muchos tienen problemas con ambos sistemas.